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Con este servicio a domicilio, la Pastelería Bonache le permite degustar y disfrutar en cualquier punto de la geografía española de su plato estrella, así como de otros de temporada (dulces de Navidad, huesos de santo).
Para ello, debe usted llamarnos al teléfono 968 21 20 83 en horario comercial (de 9:30 a 14:30 y de 17:00 a 22:00) para poder explicarle las condiciones del envío.
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![]() Pero tan enigmático como su origen, es su desaparición generalizada de la pastelería peninsular. El pastel de carne se hacía en toda la España medieval no sólo en Murcia. Prueba de ello son los ejemplos que citaremos: En el archivo provincial de Murcia se encuentran las ordenanzas que mandó redactar Carlos II para la ciudad de Murcia y su huerta en 1695. En ellas se detalla la necesidad de usar buenas materias primas, de cómo trabajarlas y conservarlas como si de unas medidas higiénico sanitarias del siglo XVII se tratase: ” ordenamos y mandamos, que ninguno sea osado de gastar carne de cabra, ni oveja ni carne mortecina de ninguna cosa, sopena de dos años de destierro precisos y de que serán castigados conforme ha derecho, y tres mil maravedíes, aplicados conforme a la ordenanza“. Debió ser muy importante el consumo de pastel de carne para que en una ciudad de provincias se hiciesen unas ordenanzas para regular a todo un colectivo laboral(pasteleros) y a su producto estrella (pastel de carne).Pero esta prueba bien pudiera ser un localismo legislativo. Otro testimonio del consumo generalizado del pastel de carne lo encontramos en el libro de Quevedo Vida del Buscón Don Pablos. Famosas son sus críticas a los venteros, vinadores y demás oficios hosteleros. Pero no tan famosas es su crítica al mal oficio de algunos maestros pasteleros artesanos. A su llegada a Segovia el tío de Pablos resuelve una cena rápida mediante un pastel de carne: “Parecieron en la mesa cinco pasteles de a cuatro reales y tomando un hisopo, después de haber quitado los hojaldres, dijeron un responso todos, con su réquiem eternam, por el ánima del difunto cuyas eran aquellas carnes“.
Se conserva en Munich un cuadro de Murillo de dos pícaros jovenzuelos sevillanos estirando una espiral de hojaldre que no es otra cosa que la cobertura de un pastel de carne. Cualquiera que haya comido el pastel de carne comenzando por la tapa podrá reconocerse en le gesto de los pilluelos, así como en el texto de Quevedo. Nuestra hipótesis es que estos tres aparentes localismos, a saber, la ordenanza de Carlos II en Murcia, Don Pablos en Segovia y el cuadro de Murillo hecho en Sevilla probarían que el pastel de carne era una comida muy generalizada en la península, más de lo que a primera vista se podía creer. |
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El hojaldre con el que se tapa es lo que daría al pastel de carne ese claro tinte artesanal que queremos resaltar. Esa meticulosidad, ese oficio bien aprendido y esa laboriosidad es la que nos diferenciaría del resto de plato rápido, porque recuerde, el concepto de fast food o comida rápida se define por la rapidez en su elaboración y no en su consumo ,desmarcándonos así de ese producto.
¿y como se elaboraría este hojaldre?
Este hojaldre en espiral, único en España, se haría a partir de una pella de harina fuerte de trigo que se laminaría, extendiéndole manteca de cerdo.
Tras aplicarle manteca a la lámina se enrollaría como un brazo de gitano para posteriormente meterla en frío; cuando está duro se alarga para más tarde cortarlo en rodajas y deshojarla con las manos empapadas en manteca, para no romper la masa.